CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO.
nota 13

Nota (13) *Femeninologia *Ciencia de lo femenino

Nota (13)

AUTOR:OSVALDO BUSCAYA

Ofrecer un historial de la civilización patriarcal, acabadamente preciso y sin la menor “laguna”, supondría situarnos desde un principio, en condiciones muy distintas sin el psicoanálisis (Freud). Las crónicas de los críticos de la civilización y la cultura suministrados por el abanico de la “izquierda” a la “derecha”, suelen no procurar sino una imagen muy poco fiel del curso de la perversión del patriarcado. Naturalmente, iniciar una relación de igualdad con la mujer, haciendo que el varón se atenga al historial de la civilización y la de su carácter de sometimiento, y abuso sobre lo femenino, sólo conseguiríamos una afirmación de su lugar en el “universo” como destinatario “divino” y elegido, planteándonos enigmas hasta situarnos ante épocas totalmente oscuras faltas de toda aclaración aprovechable. La incapacidad del patriarcado para desarrollar una exposición ordenada del recorrido de la civilización en cuanto la misma coincide con su irresoluble perversión y ambigüedad sexual, integra una gran importancia teórica para la ciencia de lo femenino.
El varón conscientemente silencia y con toda intención en sus funciones estatúales, religiosas, etc., su desprecio hacia lo femenino, fundándose incluso para ello en impedimentos que aún no han logrado superar; la repugnancia a comunicar su ambigüedad sexual, que encubre en el sometimiento del travestismo. Tal sería lo que corresponde a su hipócrita insinceridad consciente. Escapa al varón el curso de las fases edípicas que lo tuvo como víctima del proceso cultural impuesto en las alternativas de iniciación machista; un orden siempre que inevitablemente vulnera irreversiblemente al infante, que sucumbe a la represión.
La concepción mitológica del patriarcado, sobre su civilización perdura e impone en lo extraño de lo político, de las religiones, sectas, etc. Mitología del paraíso perdido, del pecado original, del bien y el mal. La diferencia existente entre el desplazamiento del patriarcado y el del paranoico es menos de lo que a primera vista parece. El feminismo es lo que hace que la civilización patriarcal nos aparezca tan fuera de lugar en la actualidad. En la concepción del mundo que se tenía en tiempos y por pueblos prefeministas, la paranoia patriarcal estaba justificada y era “lógica”. El inquisidor observaba a la mujer como mensajera del demonio y tenía una relativa razón de hacerlo así, pues obraba conforme a sus principios. Todo aquel que tenga ocasión de investigar por los medios psicoanalíticos los fundamentos del patriarcado, podrá exponer la “calidad” de los motivos que se manifiestan en la irresoluble perversión y ambigüedad sexual del varón.
Irresoluble perversión y ambigüedad sexual que origina impulsos hostiles y crueldad del varón, reprimidos, donde el temor a desgracias futuras y del castigo “divino”.
Sería, por tanto, desacertado afirmar que aquellos casos de pertenencia “escolástica”, como guardadores de la ética y la moral se consideran diferentes al irresoluble perverso y ambiguo sexual.
La general disposición de la civilización, a creer en otra distinta explicación de imposición perversa patriarcal carece de toda fuerza probatoria, y no es, naturalmente, más que una manifestación de las mismas fuerzas psíquicas, que han establecido el “misterio” eclesiástico patriarcal y que se cuidan asimismo de mantenerlo, resistiéndose a su “revelación”.
Conociendo la sutil estructura del lenguaje patriarcal, no puede sorprendernos hallar que el deseo del patriarca (padre) ocupe el lugar del varón circunstancial, que supone una tentación para que la mujer no aporte el recuerdo que integra íntimas relaciones con la irresoluble perversión y ambigüedad sexual del varón.

Buenos Aires

Argentina

20 de noviembre de 2010

Osvaldo V. Buscaya (OBya)

Psicoanalítico (Freud)